septiembre 30, 2009

Cuatro verdades nobles. Hoy, el teletrabajo (II)

1- El 80% de los clientes y/o colaboradores eventuales suponen que trabajar desde la casa es sinónimo de llevar la oficina encima. Por lo tanto, no importa la hora, el día de la semana, o si nos encontramos en el funeral de nuestra abuela Cuqui, tendremos que estar preparados para recibir todo tipo de llamadas telefónicas desubicadas con consultas laborales.
Consultas que, aunque versen sobre la inmortalidad del caimán australiano, deberemos responder con la mayor celeridad, por temor a perder al cliente y/o colaborador.

2- Si su jornada depende de la buena voluntad de las compañías que ofrecen Internet y las ganas que tengan de brindarle ese servicio que usted paga religiosamente (y que le cuesta un ojo de la cara) usted se despierta sabiendo que su día va a ser un calvario.

3- Trabajar en un bar no es bohemio, tampoco es divertido. Ni siquiera es inspirador. No queremos mostrarle al mundo que tenemos laptop. Es, simplemente, un recurso extremo para respirar aire que no esté viciado por nuestros propios humores corporales o, generalmente, para conseguir esa conexión a Internet que nuestra compañía (a la que le pagamos religiosamente cada mes) perdió la voluntad de darnos.

4- El 100% de los clientes desean que trabajemos gratis para ellos. Por lo tanto, “¿Qué te puedo cobrar?” no es una buena manera de comenzar una negociación sobre el precio de nuestro trabajo. Es más, estamos en condiciones de afirmar que es la peor.
Por eso, querido teletrabajador: aprende a valorarte y no hagas caso a las caras y gestos de tu cliente (generalmente un miserable) o terminarás viviendo debajo de un puente.

Hasta la próxima.



Las 4 verdades anteriores aquí.

septiembre 28, 2009

Vago sí, procastinador nunca!

Desde este blog queremos hacer un llamado a la población para desterrar el uso del verbo "procastinar", por desgracia muy en boga en estos días.

Debe ser una de las palabras más feas que existen sobre la faz de la tierra. Y aborrecemos a los que la usan para hacerse los cultos y/o modernos, y/o para despistar a uno, que no siendo ni culto ni moderno, no comprende que el susodicho humanoide nos está diciendo que es un reverendo vago.

Volvamos a los famosos adagios latinos tan populares, repletos de vida y creatividad como "rascarse los gobelinos", "estar al dope" y "no dejes para mañana lo que puedas hacer pasado."

Tú: haragán, gandul, holgazán...
Te hablamos a tí, pedazo de vegetal digno del record Guiness a la mayor cantidad de tiempo haciendo estupideces, ¿te gustaría ir por la calle y que algún pelmazo te grite "eh, vos, procastinador de porquería?"

A nosotros no.

Las cosas como son: vagos sí, procastinadores, nunca!

septiembre 24, 2009

Imagine

En este blog, tenemos la leve sospecha de que los médicos, y especialmente los psicoanalistas, se reúnen en simposios con nombres dificilísimos como “El subconsciente y la regla de tres simple” sólo porque la comida es gratis y porque durante los coffee breaks se dedican a sacarle el cuero a sus pacientes al grito de “no sabes la maníaco depresiva que me tocó esta semana”, o “ese forúnculo era digno de un record Guinnes” y cosas por el estilo.

Hay muchos que, no contentos con ello, se embarcan en la redacción y posterior publicación de best sellers en los que, disfrazando un poco los nombres, nos cuentan hasta los problemas psicológicos de las mascotas de esta pobre gente (que nunca imaginó que iba a ser famosa porque su chihuahua intenta reproducirse con una tortuga, por ahora sin éxito).

Imaginen ahora, queridos lectores, que aquellos que conocen nuestras miserias más miserables se abran una cuenta en Facebook (o Twitter o el otro millón y medio de redes sociales existentes) y relaten con lujo de detalle la vida y obra de los pobres humanoides que caen en sus consultorios.

Imaginen ir por un paquete de cigarrilos y que la kiosquera nos lo niegue porque la “última placa no te salió bien”, o que frente al resto de los compradores nos entregue una lista de “recetas caseras para curar los callos plantales que me dio mi suegra”.
O que el carnicero nos reciba con un “como andas de la Autonepiofilia

O peor aun, que en una primera cita, terminemos llorando a los gritos por los traumas de nuestra niñez… y sin haber tomado ni una gota de alcohol.

Bueno amiguitos. Dejen de imaginar.

Bienvenidos al siglo XXI, que lo disfruten!

septiembre 21, 2009

Cuatro verdades nobles: hoy, Facebook

- El 70% de los usuarios de Facebook se registra para encontrar a sus viejas amistades del colegio. De esta cantidad de gente, un 80% sólo está interesada en comprobar el estado de decrepitud que tienen sus ex compañer@s para hacer comentarios del estilo de “a fulanita le pasó un camión por encima”, “eso más que una panza es un contrabando de mondongo” y “pobre, que feítos le salieron los hijos a menganito.”

El 20% restante organiza reuniones deprimentes en las que se enteran que la mitad de los alumnos de 5to año A están tres metros bajo tierra y terminan llorando medio borrachos y cantando esto.

- Al momento de publicar una imagen personal, trate de recordar los sobrenombres que le pusieron en la adolescencia: nunca faltará el chistoso que lo etiquete y usted aparezca en todos lados como “chupete de ballena”, “cocina a leña”, “gallina prolija” o alguna cosa por el estilo.

- Si se quiere conseguir un empleo, no se debe tener cuenta en Facebook (o por lo menos, no con el nombre completo). Su futuro empleador sabrá, sin necesidad de realizarle un test psicotécnico, los niveles de improductividad y estupidez a los que usted puede llegar (perdiendo la oportunidad de que le paguen un sueldo por ello).

- Si usted le anuncia a sus 15mil amigos (de los que sólo conoce personalmente a 3) que se va dos semanas de vacaciones, no se pregunte cómo es que los ladrones eligieron desvalijar su departamento y no los otros 49 que componen su edificio.

septiembre 16, 2009

Estamos en contra: hoy, el sistema de trunking

Ciberviviendo se pregunta:

¿Este sistema de comunicación taaaan moderno, que es lo más parecido al viejo walkie talkie de la niñez, no apesta?


¿Cómo se puede llevar adelante una conversación si primero hay que terminar de escuchar todas las gansadas que tiene para decir el que esta del otro lado sin posibilidad de interrumpirlo?

¿No se puede hacer un manual o curso acelerado para aquellos humanoides que primero hablan y después aprietan el botoncito, con el nulo resultado comunicativo que esto produce?

Y ya que estamos, en el mismo manual, ¿no se podrá incluir una ítem con la distancia minima a la que se debe hablar? ¿Por qué hay gente que supone que pegando los labios al micrófono se lo escuchará mejor? ¿No saben que del otro lado lo único que se recibe es una especie de “pfshpffpfffdpss” incomprensible?

Querido cadete y/o empleado: ¿Es necesario dejar el coso ese en altavoz para que todos los pasajeros de un colectivo atestado podamos escuchar cómo tu jefe te denigra?

¿Por qué un sistema tan moderno y revolucionario nos convierte mágicamente en policías deglutidores de pizza que andan por la vida diciendo “afirmativo”, “cambio”, “te copio” y porquerías idiomáticas semejantes?

El famoso “prip” (objeto de una publicidad digna del primer premio universal a la estupidez supina), ¿no es un poco más molesto que los ringtones aulladores que tienen algunos dementes? Porque el ringtone termina cuando uno atiende, ¡pero el "prip" se mantiene durante toda la conversación!

El que tenga las respuestas a estas preguntas, puede mandarnos un radio al *54 362 890

Cambio, y fuera.

septiembre 10, 2009

¿Qué esconde tu meme? Apogeo y caída de un recurso bloggeril (I)

Nunca pensamos que íbamos a decir esto, pero “a pedido del público”, hoy vamos a entregarles la primera parte de una exhaustiva investigación sobre un tema que nos era totalmente desconocido. Un tema que nos ha transportado hasta los arrabales más oscuros del ciberespacio. Un tema que algunos han olvidado, pero que tuvo su momento de esplendor y locura, como las canchas de paddle en los 90. Un tema de hondo contenido humanoide, que bajo una máscara de inocencia puede desencadenar terribles consecuencias. Un tema… tabú.

Hoy, queridos lectores, vamos a hablar de esa mezcla de cadena de mail vomitiva, cuestionario de periodista oligofrénico y el más recalcitrante autobombo, denominado meme.

Pero, ¿qué es un meme?
Con estupor la investigación le reveló a esta cronista que, contrario a lo que pensaba, “meme” no es el nombre de una tía vieja y gorda que baldea la vereda por las tardes y tiene cuatrocientos gatos. Tampoco es un insulto dirigido a un ser humano de pocas luces.
Un meme es “la unidad teórica de información cultural transmisible de un individuo a otro o de una mente a otra.”

“¿Lo qué?” Dije asustada de sólo escuchar la palabra cultura.

Parecía difícil. Parecía producto de un pensamiento profundo… Parecía absolutamente ajeno al mundo de Internet.

Perdida, asombrada, y un poco podrida del tema, decidí consultar a un profesional, a un sabio del meme: Rolando Pavorotti, Doctor Honoris Causa de la Universidad de Jarvard (sede Parque Centenario).

Y fue él, con su mirada torva, sus anteojos culo de botella y sus (tres) cabellos cenicientos quien esclarecería mis dudas.

- ¿Lo qué?- Dijo cuando le repetí la definición que tenía.

Rolo: Nah piba, el meme es un… es como… es una pelotudez que inventaron los bloggers.
Asentí, con la satisfacción de no ser la única a la que la palabra "cultura" le para los pelos.

Ciberviviendo: ¿Y cómo funciona, Rolo? (el entrevistado pidió repetidas veces que lo llamáramos Rolo.)
R: Bueh, mirá, ¿cómo te explico? (No encontraba las palabras… tantos años de catedrático y filósofo lo habían alejado de los términos mundanos.)
R: Vos tenés un blog, viste, y al mes te das cuenta que no te lee ni el loro.
C: Aja- dije, sabiendo perfectamente de lo que hablaba mi entrevistado.
R: Entonces, empezás a conectarte con otros que están en la misma que vos. Y al mes siguiente te das cuenta de que te siguen leyendo sólo dos o tres pascuales. Pero vos te querés hacer famosa, viste, como la Cumbio…. Esa sí que la hizo.
(Yo anotaba… Rolo, sin querer, me estaba dando la formula del éxito bloggeril)
Bueh. Entonces, agarrás y armás un cuestionario o una consigna. Bien pedorra, vistes… como las preguntas esas que te hacen en la radio AM.
- Qué facilidad para la analogía, pensé.-
El kis de la cuestión, es que las respuestas a esas preguntas no le interesen más que al que las contesta.

C: ¿Por ejemplo?
R: Por ejemplo: diga tres defectos y tres virtudes suyas. O hace cuánto que es Blogger, qué es lo más lindo de su blog, cómo come los ravioles… y así. Es como una entrevista a un don nadie, hecha por otro don nadie, que no le interesa a nadie.

C: Pero, y eso ¿para qué me sirve?
R: Pero ¡pará! Todavía no terminé. (Rolo tenía el ímpetu de quien se sabe experto).
Lo más importante es que el que contesta nombre tu blog y se lo pase a los tres pascuales que lo leen a él.
Entonces, ahora no te conocen 3 sino 6 pascuales, y así, sucesivamentec.

- Ohh, dije, pensando en el cuestionario de nuestro próximo post.

C: ¿Y qué hay de los premios?
R: Ah, los premios son lo mismo, pero mas chupamedias y con un dibujito. Bien pedorro el dibujito, vistes, no vas a perder tiempo dibujando y esas cosas.

C: ¿Y yo le doy el premio a cualquiera?

R: ¡Más bien! – dijo moviendo la cabeza en señal de desaprobación- A ver… anotá: vos te inventas el premio “Clavo de olor” o “Mariposa tecnicolor”. Hacés un dibujo del premio y se lo mandás a otro con una explicación bien recalcitrante de lo pegajosa, como por ejemplo, “este premio es para el blog más mejor, más honesto, mas hermoso y etc”.
Entonces, ese blog muestra orgulloso su dibujito y tiene que hacer lo mismo con otros blogs… pero siempre te tiene que nombrar a vos eh. Anotá nena, porque sos medio corta vos.

Yo anotaba. Y de pronto tuve una revelación.
C: Entonces es como una cadena de mail… pero de blogs.
R: Bien piba. Vos sí que sos una luz.

Satisfecha con lo encontrado y dispuesta a crear un meme ni bien llegara a las oficinas centrales de Ciberviviendo, para poder esperar senatada a que llegaran la fama y los millones, la cronista se dispuso a tomarse el buque.
Guardaba el anotador y el grabadorcito en el bolso, cuando Rolo, mordiendo la patilla de sus anteojos de carey oscuro y levantando una ceja, dijo una frase. Una frase que extendería nuestra charla y llevaría nuestra investigación al submundo del meme.

Todo muy lindo, todo muy lindo… pero, nadie habla de los memejolics, eh!

¿Lo qué? Dije. Y me volví a sentar.
Pero esto, ya es parte de otra historia.


Nota: sabemos que el resultado de esta investigación va a conducir a Ciberviviendo al ostracismo bloggeril. Pero no nos importa. Porque como dice Mirtha, nos debemos al público…pero que sepan que le estamos dando la vida. (Inclinación de cabeza y cara de perro mojado)

Hasta la próxima entrega.

septiembre 08, 2009

Pop down!

Hoy les quiero hablar a ustedes, señores con un doctorado en venderme cosas que no necesito.

A ustedes, que en búsqueda del anucnio memorable y supercreativoahqueloco terminan haciendo bazofias como esta, o esta otra.
A ustedes, que ya han convertido los programas de televisión en infomerciales con dos minutos de algún otro contenido; que ya han barrido tres veces la masa incalculable de teléfonos fijos y móviles existentes en este país para anunciarnos qué afortunados somos por haber ganado una cuota de las 500 que nos harán propietarios de un pedazo de tierra en la Recoleta.

Señores: las páginas de internet ya son bastante enloquecedoras, con los dos millones de banners que hacen lucecitas de colores y se desviven por llamar la atención de nuestros abotargados ojos.

Entonces: ¿es necesario torturarnos toda vez que abrimos una página web con esos anuncios que no sólo ocupan toda la pantalla sino que son imposibles de cerrar hasta su finalización, porque ustedes, maestros de la letra chica y las promociones en las que uno termina poniendo plata para llevarse algo que era gratis, ocultan la X como si fuera el cofre del tesoro? ¿Eh, es necesario? Si ya me vendieron los chicles super extra duración que no se gastan porque son lo más parecido a masticar una ojota.

¿Es posible que uno quiera cerrar esos flash y html malignos y siempre le pifie al botón, terminando en la página de "adelgacepedazodegordo.com"? Si ya me unté con sus cremas mágicas, eliminadoras de celulitis, arrugas y traumas de la niñez.

¿No es un poco desleal abrir cuarentamillones de ventanas que me ofrecen una media usada en "mercadosubasta.com" cada vez que quiero leer el diario?

¿Y no les parece que ya hay suficiente paranoia social como para que ustedes me ofrezcan productos directamente relacionados con el contenido de mis mails personales?

Para ser consumistas ya tenemos bastante. Déjennos navegar en paz.

Muchas gracias

septiembre 02, 2009

Como rellenar un post sin hacer ningún esfuerzo

Sabemos que este recurso lo han utilizado millones de personas antes que nosotros. Es más, conocemos la existencia de una bitácora dedicada exclusivamente al mismo.
Sin embargo, como somos acérrimos cumplidores de la ley del menor esfuerzo, hoy, queremos compartir con ustedes, las cinco búsquedas más estrafalarias que ciertos humanoides han realizado en Google y que, como no podía ser de otra manera (dado el humor particular que tiene la vida), los han depositado en este blog.

Que lo disfruten.

“emoticón viajado”
Sabemos que existen una cantidad inenarrable de caritas y simbolitos diversos, llamados emoticones, para expresar nuestros sentimientos vía chat.
Pero, ¿cómo es un emoticón viajado? ¿Es un emoticón que aprovechó el uno a uno en la época menemista?
¿Es una smile con una camarita de fotos colgando del cuello?
Un verdadero misterio.

“usted que sabe hacer y hace bien”
Nosotros, nada.
Lo que nos llama la atención es: a quién catzos va dirigida la pregunta. ¿A Google? ¿A dios? ¿Quién es ese usted del principio?

“un mundo sin amigos”
Esta es la clara demostración de la clase de energúmenos asociales que andan pululando por Internet… y que serán muy bien recibidos por este blog.

“test cuando va a morir mi pareja”
Eso depende de la cantidad de cianuro que le hayas puesto en los fideos.

“síntomas de ahorcamiento testicular”
Lamentamos que el pobre diablo que buscó eso en Google haya terminado aquí.
Pero le agradecemos, porque nos ha hecho reir a carcajadas.

Hasta la próxima!