Usemos la tecnología responsablemente:
Si sos lo suficientemente rata e insensible como para mandar un saludo navideño por SMS a todos tus contactos, hacelo dos horas antes y el mismo llegará más o menos a horario.
Y si no, no importa. A nadie le interesa leer lo que dice un humanoide como vos.
Si decidiste ser el DJ de la fiesta, tené en cuenta que el reggaeton le puede parecer un poco fuerte a tu abuelita de 80.
O a vos te puede parecer aún más fuerte cómo baila el reggaeton tu abuelita de 80.
Por favor, si vas a comprar pirotecnia, tratá de que no sea la que vende el kioskero Rolo, cuyo taller de producción se sitúa en la mesada de la cocina, mientras la mujer prepara el pionono.
Recordá que si el cohete no explota, no es buena idea acercar la cabecita esa que Fortuna te ha dado para ver qué pasa. Eso, si querés mantener los dos ojos y todos los dedos.
Si querés tener tus quince segundos de fama, pero sabés que sos inútil a todo servicio, explotate un dedo con un petardo o sacate un ojo con un corcho de sidra, y esperá en la puerta del Santa Lucía a que algún reportero te haga una nota.
Si no tenés esa suerte, seguro estarás incluído en la lista que hacen todos los años, bajo el rótulo "boludos que se sacaron un ojo con el corcho de sidra".
Qué le vamos a hacer, la fama es así.
Las tarjetitas navideñas electrónicas apestan. Y si tienen música apestan el doble. Intentá no desperdigar tu mal gusto por el mundo.
Nadie quiere ver la historia del niño Jesús en un Powerpoint con villancicos de fondo. Tampoco nos interesa saber de dónde viene Papá Noel, o cómo hace para meter su barriga en la chimenea.
Si vas a tomar, no manejes. Y tampoco uses mucho el celular. Es probable que al día siguiente recuerdes que llamaste a tu ex, totalmente borracho, para decirle que nunca pudiste olvidarl@. O algo peor.
Si vas a tomar, y vas a terminar en un estado poco decoroso, intentá no subir todas las fotos de ese momento a Facebook. No tenemos ganas de ver qué grado de humillación puede alcanzar el género humano. Ya tenemos suficiente con leer el diario todos los días.
Desde ya, muchas gracias.
Este fue un servicio de Ciberviviendo, trabajando por hacer de la Navidad un evento un poco menos insoportable.