diciembre 16, 2009

Lo que el viento nos dejó

Así como recientemente se publicó el Zeitgeist 2009 de Google, una consultora se tomó el trabajo de analizar los más de 400 triquillones de twitts que se vertieron a esta nueva red social, para elaborar el top ten de las palabras clave más usadas en Twitter (como se ve, hay gente que no tiene un pito a la vela que hacer).

El finadito Michael J. fue, como en Google, el más nombrado. 

Sin embargo, en este solemne acto, quiero recordar un hecho que causó conmoción en todo el mundo. Que mantuvo en vilo a millones de personas, no importa en qué lengua hablaran o en que país residieran.
Un suceso que nos mantuvo a miles de millones mirando un globo plateado surcando el espacio aéreo de Estados Unidos por TV, ¡durante dos horas!

Fue "el niño del globo", el "Balloon boy", o el "nabo que vuela sin rumbo y se hará torta en cualquier momento", usted dígale como quiera.

Pero lo más sobresaliente no es que el niño haya sobrevivido, todos sabemos que el espectador promedio de TV (y TN) quiere ver sangre. Sino que el niño ¡jamás estuvo en el maldito globo!

Recuerdo escuchar de fondo, a Teté Coustarot lanzando plegarias al aire en C5N, y diciendo cosas tan interesantes como "qué lindo que es el globo" (hay que estar transmitiendo dos horas la imagen de un globo volador y ponerle onda, eh.)

Finalmente todo fue una movida mediática para publicitar nosequé reality show en el que participaban los padres del susodicho niño de globo.

Por eso hoy, y demostrando, una vez más, que la humanidad no tiene límites, quiero aplaudir de pie a los que idearon semejante treta y tuvieron a millones de palurdos prendidos a la tele mirando cómo un pedazo de tela flotaba por el aire.

Poesía pura.

1 comentario:

Malhumoretti y Neptuno dijo...

perdón por el autobombo, pero infamia pura