febrero 24, 2010

Gloria y loor al subtitulador

Todos hemos bajado una película y/o serie de internet. Alguna vez habremos comprado esos dvds truchos que nos venden en las terminales de ómnibus o trenes y que al introducir en el reproductor lo hacen implotar misteriosamente.
Si lo anterior es cierto, y lo es (no se me venga a hacer el yoestoyencontradelapiratería porque no le creo), decía, si esto es verdad, todos, alguna vez, habremos proferido insultos en varios idiomas al notar la escasa correspondencia entre los subtítulos y lo que los protagonistas de la película están diciendo (o nosotros intuímos que están diciendo).
Muchas veces esto sucede en películas "como la gente", que compramos en las tiendas correspondientes.

En varias oportunidades habremos llegado a la conclusión de que el subtitulador cree que somos tarados, y que no nos daremos cuenta que Mel Gibson vocifera un discurso de dos horas en Corazón Valiente mientras el texto que aparece escrito debajo tiene dos o tres palabras por oración.
O esta gente tiene un gran poder de síntesis, o hay algo extraño, pensaremos (y eso que no somos muy dados a esto último).

Tampoco estaré diciendo una extrañeza si aseguro que muchos de los subtituladores hablan castellano antiguo, y desconocen el uso de la "h", o la diferencia entre la "j" la "x" y la "g".

Sin embargo, hoy, queridos lectores, quiero enaltecer un poco el trabajo de estos pobres humanoides que buscan la comprensión universal (?) de las pochoclidades de Hollywood.
¿Por qué? dirán ustedes, si nos hacen la vida más miserable, obligándonos a esforzarnos en codificar sus subtítulos, cuando lo único que queríamos era ver una película.
Porque subtitular a-pes-ta.

Las vueltas de la vida y mi predispocisión natural para aceptar trabajos absolutamente alejados de mi área de conocimientos, me han llevado a tener que subtitular videos.
Les puedo asegurar que a los cinco minutos de realizar este trabajo quería cortarme las venas con una cucharita de té (y eso que los videos duraban menos de 20 minutos).
Pegar la frase en el momento que se está diciendo comporta un poder de concentración sobrehumano.
Es una labor aburrida, monótona y molesta.
Y encima, después, hay que soportar que te digan "aaaay, pero no llego a leer" y cosas por el estilo.

Por eso hoy, desde este foro, agradezco a quienes de manera desinteresada y solidaria subtitulan series y películas. Y en este solemne acto prometo abstenerme de insultarlos en arameo cuando las famosas letritas se comporten de manera extraña y errabunda.

Mis saludos, y mi más sentido pésame a todos ellos.

Hasta la próxima.
 
  
 

1 comentario:

Malhumoretti y Neptuno dijo...

que paja por dios