agosto 31, 2010

Bip bip

Aunque algunos púberes imberbes no lo puedan creer, hubo una época en la que no había teléfonos celulares. Los humanos no tenían que someterse al ruido infame de los ringtones allí dondequiera que estuviesen, a escuchar las conversaciones intrascendentes de todos los compañeros de colectivo, ni debían contestar las llamadas del jefe a cualquier hora.
Hasta que, a un cerebrito de esos que nos arruinan la vida, se le ocurrió inventar uno de los aparatos más infames que he conocido, padre del celular: el pager o beeper.
Mezcla de mensaje de texto con contestador telefónico, no llegaba a ser ninguna de las dos cosas. El portador de semejante porquería recibía en una pantallita los números de teléfono a los que debía llamar, y en épocas posteriores, mensajes alfanuméricos. (Púber inbermbe que lees este blog, si tienes que googlear "alfanumérico", el mundo está perdido.)
Aquél que se quisiera comunicar con el poseedor del beeper (así llamado por el hermoso ruidito que hacía, ancestro directo del ringtone con la música de Néstor en Bloque) debía llamar a un número de teléfono y dejar su mensaje a una telefonista. 
Suponemos que la pobre telefonista debía tipear lo dicho por nosotros y enviar el susodicho mensaje al destinatario, que a su vez, debía acercarse a un teléfono de línea y devolver la llamada.
Muy práctico.
Por lo dicho, era difícil dejar mensajes elevados de tono, romáticos, o que supusieran una información que uno no está dispuesto a darle a una persona que ni conoce.
Imaginamos la clase de tortura mental que debe haber sido trabajar como telefonista de mensajes para pager y recibir llamadas de este estilo:  por favor ponga: Alberto, sos lo mejor que me pasó en al vida. No, no, mejor ponga Alberto volvé que te extraño. No, no, mejor ponga Alberto, llamame. Gracias.
Por eso hoy, queremos homenajear a las telefonistas que recibían los mensajes, y al beeper, por rebuscado, inútil y pasado de moda; cuyos rastros sólo quedan en las series de hospital (todo médico de TV que se precie recibe mensajes en un beeper y sale corriendo, cual superman, a salvar el mundo.)
Salut!

1 comentario:

Café (con tostadas) dijo...

aydió!!!! nunca había pensado en el tormento de ser telefonista de mensajes de beeper! jajajajajajja

duriiiísimo!