agosto 26, 2009

Estamos hartos: hoy, el celular en los espectáculos públicos

Hoy nos queremos dirigir a usted, ciudadano ilustre de la Idiotilandia. A usted, que, en un rapto de audacia, acerca su cuerpo deforme hasta la ventanilla de un teatro, cine o sala musical, y adquiere entradas para algún espectáculo, suponiendo que la cultura puede ingresar por algún resquicio de ese tupperware que tiene por cerebro.

Querido homúnculo, libador de las fuentes de la pesadez incontrolable, maestro del arte de romperle la paciencia al resto de la humanidad, en fin, pedazo de sopenco:

Si le dicen que apague su celular, si se lo indican hasta en la puerta del baño, y lo anuncian por altoparlates en cuatro idiomas, se lo rogamos: APAGUE su celular. No baje el volumen del ringtone, no lo ponga en mute. Apriete el botoncito rojo del teclado y guarde el aparato en el bolsillo hasta que salga de la sala.
Y por favor, ya que la vida es tan generosa con su persona y el oxígeno que respira es gratis, no atienda a la manga de descerebrados que lo rodean en su vida diaria y a los que se les ocurre llamarlo en las únicas dos horas en las que no pueden.
¿Que cosa tan importante le pueden llegar a decir, si su existencia es un mar infinito de vacuidad?

Si usted quiere compartir un recital con alguien, llámelo desde su casa una vez finalizado el mismo y coméntelo con lujo de detalles. En ultima instancia, y haciendo un esfuerzo sobrehumano para superar su tacañería, cómprese el DVD. Pero, le rogamos, no levante su mano, tapándole el campo visual a medio mundo, y grabe imágenes y sonido de pésima calidad con su celular. Y menos que menos se lleve una cámara para tal fin.
Si su incapacidad innata lo dejo afuera de la carrera de cineasta o realizador de videos musicales, no tenemos por que soportarlo en la mitad de un pogo intentando filmar algo que debería estar disfrutando con sus propios ojos.

Apelamos al resto de humanidad que sabemos debe estar adormilada en algún lado de su persona. Pero, como somos realistas, si usted no puede realizar estas dos actividades tan simples, hágale un favor al mundo, y quédese en su casa mirando bailando por un sueño. De lo contrario, la próxima vez que lo veamos, se vera enfrentado con nuestra ira mas brutal, y en lugar de guardar su celular en el bolsillo, se lo haremos ingresar por ese lugar en el que no le da el sol.

Queda usted avisado.
Muchas gracias.

1 comentario:

Malhumoretti y Neptuno dijo...

primero y principal: seguimos con una conexión loca... tema celulares.

segundo: esta gente se esfuerza para conseguir todos y cada uno de los números en una rifa de piedrazos en la cabeza. son un cáncer social.

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