Antes: su madre le mostraba a cualquiera (no importa si se trataba de su futur@ espos@, su jefe o el recaudador de impuestos) esas fotos que ella siempre consideró “tan simpáticas”, y en las que usted aparece o bien con cara de estar sufriendo un accidente cerebrovascular, o bien mostrando sus partes pudendas en primer plano, o bien con braquets y el jopo kilométrico que usaba en los años ‘80.
Ahora: su madre ha descubierto que es mucho más rápido hacerle pasar vergüenza si cuelga las fotos en Facebook.
Antes: Los rollos eran finitos y como usted siempre fue bastante poco dado al derroche, esperaba a que sucediera alguna cosa excepcional para sacar una foto (usted nunca sacó mas de 10 fotos en toda su miserable existencia).
Ahora: usted repentinamente se convirtió en japonés, y va con una cámara de fotos a todos lados colgando del cuello, y tomando imágenes de todo lo que se le cruza por adelante, no importa si se trata de una flor, un chancho embarrado, o una bolsa de basura aplastada en la vereda.
Antes: usted sacaba tres tipos de foto, a saber: grupales (de frente, estilo equipo de futbol de veteranos), retratos (de frente o medio perfil, estilo foto carcelaria 4x4) y paisajes (estilo bodrio).
Ahora: usted cree que es la nueva promesa de la fotografía artística y no sólo aumentó exponencialmente ese género detestable que es el paisaje, sino que obliga a sus conocidos a ponerse en extrañas poses y formar pirámides humanas para que las imágenes sean “divertidas” (con las consecuencias nefastas que todos conocemos cuando un grupo de humanoides tan poco gráciles como sus amigos realizan una pirámide humana).
Antes: usted sacaba una serie de fotos eróticas con su pareja, y mandaba al cadete de la empresa a la casa de rebelados porque le daba vergüenza. Cuando usted y su pareja veían lo horripilante que podía ser una foto erótica de ambos, la quemaban, junto a los negativos para que no quedaran rastros.
Ahora: usted se saca una serie de fotos eróticas con su pareja, y cuando ve lo horripilante del resultado, se olvida del tema. Hasta que, un tiempo después de separarse, ve una imagen suya teniendo sexo con un oso panda de peluche tamaño natural al buscar la palabra “Greenpeace” en Google.
Sépalo, su ex se encargó de publicar esa y otras imágenes en todos los foros de Internet existentes sobre la faz del planeta.
Antes: usted suponía que cada segundo de la vida de su hij@ era fotografiable. En su casa hay un cuarto especial que solamente contiene los álbumes de fotos del gurrumín.
Ahora: su hij@ es flogger (jódase, la culpa es suya).
Ahora: su madre ha descubierto que es mucho más rápido hacerle pasar vergüenza si cuelga las fotos en Facebook.
Antes: Los rollos eran finitos y como usted siempre fue bastante poco dado al derroche, esperaba a que sucediera alguna cosa excepcional para sacar una foto (usted nunca sacó mas de 10 fotos en toda su miserable existencia).
Ahora: usted repentinamente se convirtió en japonés, y va con una cámara de fotos a todos lados colgando del cuello, y tomando imágenes de todo lo que se le cruza por adelante, no importa si se trata de una flor, un chancho embarrado, o una bolsa de basura aplastada en la vereda.
Antes: usted sacaba tres tipos de foto, a saber: grupales (de frente, estilo equipo de futbol de veteranos), retratos (de frente o medio perfil, estilo foto carcelaria 4x4) y paisajes (estilo bodrio).
Ahora: usted cree que es la nueva promesa de la fotografía artística y no sólo aumentó exponencialmente ese género detestable que es el paisaje, sino que obliga a sus conocidos a ponerse en extrañas poses y formar pirámides humanas para que las imágenes sean “divertidas” (con las consecuencias nefastas que todos conocemos cuando un grupo de humanoides tan poco gráciles como sus amigos realizan una pirámide humana).
Antes: usted sacaba una serie de fotos eróticas con su pareja, y mandaba al cadete de la empresa a la casa de rebelados porque le daba vergüenza. Cuando usted y su pareja veían lo horripilante que podía ser una foto erótica de ambos, la quemaban, junto a los negativos para que no quedaran rastros.
Ahora: usted se saca una serie de fotos eróticas con su pareja, y cuando ve lo horripilante del resultado, se olvida del tema. Hasta que, un tiempo después de separarse, ve una imagen suya teniendo sexo con un oso panda de peluche tamaño natural al buscar la palabra “Greenpeace” en Google.
Sépalo, su ex se encargó de publicar esa y otras imágenes en todos los foros de Internet existentes sobre la faz del planeta.
Antes: usted suponía que cada segundo de la vida de su hij@ era fotografiable. En su casa hay un cuarto especial que solamente contiene los álbumes de fotos del gurrumín.
Ahora: su hij@ es flogger (jódase, la culpa es suya).
5 comentarios:
y las pilas! las benditas pilas recargables!
Además, antes el 50% de mis fotos eran malas. Ahora solo se salva el 1%
Supongo que es la compulsión de disparar el objetivo por cualquier pavada :P
beso
A
PD: ¿abandonaste twitter?
Ajenjo El aumento de orestaciones en las cámaras digitales es inversamente proporcional a la calidad de las fotos que uno saca.
Saludos!
Pd: Nunca pensé que nadie se diera cuenta de una ausencia en twitter... y menos de la mía ! ja Sopresas que uno se lleva. Ya volveré, son sólo unas twittvacaciones.
y de la autofoto qué? eso si que es aberrante, mi compañera blogger es fanática, me saca.
m.
Oh Dios mio.. estamos condenados!
Maldita teconología!
Volvamos a la edad de piedra!
No sabés como extraño tus twitts.
beso
A
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