Con la excusa de que en estos tiempos todo es digital, interactivo, redsocialesco y multitasking (?) últimamente los programas de televisión hacen de la "participación" del público un recurso central.
Así, los noticieros se nutren de las imágenes que envían los televidentes, para "reflejar la realidad en vivo y en directo" y vemos, en una definición inmunda, inentendible, pero "al instante", cómo llueve a cántaros y se inunda Villa Ballester, o la calidad del granizo en San Isidro; todo regado con comentarios ad hoc del tipo de "Tito, ¿entraste la ropa?" o "Uh, mirá qué cachos de bolas que caen." Muy periodístico.
Y no sólo esto. La nueva moda es leer al aire los comentarios que los usuarios cuelgan en Facebook, pudiendo rellenar medio programa con dicha actividad (es decir, la lectura de saludos a tal o cual, frases como "qué bueno está el programa" o "peinate de costado que la raya al medio no te favorece" y aseveraciones filosóficas del estilo).
Muy linda la participación del público, pero, me importa un pito si Tito entró o no la ropa que estaba en el tender, y si quisiera saber lo que dicen los 40mil amigos que tiene tu programa en twitter me meto y lo leo.
Por lo tanto, oh productores y/o conductores faltos de ganas de pensar, dedíquense a hacer programas. O bien, empiecen a pagar las intervenciones del público, porque todo es muy interactivo, ida y vuelta, y horizontal... pero sobre todo es gratis.
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