julio 16, 2010

Cuestión de fé


El sistema, todavía en pruebas, funciona tan sorprendentemente bien que da miedo. Da la sensación de que cualquiera podría hacer una fotografía en la playa del desconocido de la hamaca de al lado y conocer su identidad. Amit Shingal insiste en que eso nunca sucederá: "por encima de la tecnología está la privacidad."

Menos mal que este sistema revolucionario descansa en manos de un gigante corporativo comprometido con el bien de la humanidad.
Menos mal...

1 comentario:

Vestidos D.C. dijo...

menos mal... llegará el día que con solo ver la dilatación de nuestra baja espalda, puedan saber nuestro puesto en la multinacional, nuestro eslabón en la cadena y nuestra posición frente a los temas "crispadores de la tranquilidad social".

saludos.

Lindo punto de vista.