El futuro está aquí. Los autos no vuelan, nos morimos como moscas de enfermedades tan viejas como el mundo, seguimos yendo de vacaciones a playas atestadas de humanoides que comen choclo con las manos aceitadas en lugar de tomar sol desde la luna, pero algunos adelantos técnicos se parecen cada vez más a los que nos auguraron las películas y libros de ciencia ficción.
Esta vez, se anuncia con bombos y platillos la creación de carteles publicitarios que reconocen a la gente y a partir de eso pueden ofrecerle productos específicos. Invento que no va a mejorar en nada nuestra miserable existencia. Es más, me atrevo a decir que nos va a hacer pasar momentos por lo menos incómodos.
Imagine que usted, humanoide propenso a tener una vida amorosa nula, va por la calle con una persona a la que le quiere hacer una propuesta indecente (porque salir con usted está en el límite de lo moralmente aceptable). El cartel de la publicidad lo ve, lo analiza y le lanza: "Rulo, lo que usted necesita es la nueva crema hemorroidal Monzón: una brisa fresca allí donde no le da el sol." O bien: "Marta, deje de sufrir, compre la loción Mushroom-free, y solucione esos honguillos fétidos que la molestan tanto." Y así.
A mí inventame algo más útil, como el desintegrador de homúnculos insoportables o el robot amo de casa que levante las medias sucias sin chistar, pero dejá de espiarme para venderme cosas que no me sirven para nada.
Eso es todo.
2 comentarios:
A mi que me ofrezcan el paredón portátil para matar policías, antiabortistas, chetos, anticristinistas, anticenso y antinfamiapú.
¿Hay homúnculos antinfamiapú?
Desubicadosss... Patada voladora al mentón ya mismo.
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