del sonido infernal y permanente de las vuvuzelas.
Y para colmo, a unos homúnculos holandeses se les ocurrió crear una aplicación para el iPhone que replica a esta especie de mosca alienígena gigante en su canto de apareamiento.
Ya hay 750 mil humanoides que tienen su vuvuzela digital.
A todos ellos les queremos comunicar, que si llegan a hacer sonar su trompetita tecno cerca de nuestros oídos, nos veremos en la obligación de confiscarles el iPhone para darle mejores usos, no si antes propinarles unas cuantas patadas en sus peronés.
Que conste en actas.
3 comentarios:
También se les puede introducir su modernísimo Iphon en algún orificio de su cuerpo, como ser la oreja, por ejemplo...
Claro, pero la confiscación, aunque menos disfrutable que la introducción ifoniana en orificios varios, es más redituable.
Posta, como rompen las bolas con esas cosas. Por qué no hacen el UOOOOO OOOO OOOOOOOOH argentino? tiene más onda.
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