marzo 24, 2010

La historia se repite primero como tragedia, y después... como película 3D

Ya lo dijimos hace tiempo. Como era de esperarse, a nadie le importó un pito. 
Pero somos testarudos y llevamos nuestras convicciones hasta la tumba (o sea, las hacemos morir ni bien se presenta la oportunidad). Entonces lo vamos a repetir. 
Resulta que uno tuvo infancia, resulta que durante esa infancia uno miraba dibujitos animados, series de televisión y demás entretenimientos electrónicos que sólo sirvieron para dejar en paz por un rato a nuestros progenitores y para poder recordar 20 años después en las cenas con amigos nostálgicos (y medio borrachos) al grito de:
- nooo, yo miraba el Victor English Method, te acordásss? 
- siii, y las manos mágicas. 
Y así sucesivamente, hasta listar la programación completa de los canales de aire en la década del 80.

Todos sabemos que volver a ver He-man es un acto de melancolía. 
Y de masoquismo. 
Uno termina preguntándose cómo es posible que semejante porquería mal narrada nos gustara tanto. 
Pero el niño que uno fue, y que todavía sigue por ahí, nada sabe de reglas y estructuras dramáticas. Mejor.
Hasta ahí, todo en orden. No estamos en contra de los canales que reponen cosas viejas. De lo que estamos re podridos, hartos, cansados e indignados es de los remakes. 
Ya lo djimos. Va de nuevo.

¡Basta de remakes!
"Estamos hasta acá de los cráneos de la industria cultural que, en plena huelga de neuronas caídas, decidieron dedicarse de lleno al género más espantoso nunca conocido: el remake. ¡Basta de Meteoros, Lionos y Astroboyes recauchutados para gustar a las nuevas generaciones! Entendemos que sus cerebros quemados por las drogas de diseño solo alcancen a producir a los Teletubies, pero por favor, dejen de usar los símbolos de nuestra niñez y/o juventud para convertirlos en semejantes basuras edulcoradas y digitalizadas hasta el vómito."
Y ahora, para colmo, en 3D: la nueva manía jolivudense para fritar cerebros.

No quiero ver a la Pitufina con la piel photoshopeada por las técnicas digitales. Pensar en Olivia en 3D es una paradoja espaciotemporal tan profunda que puede provocar el mismísimo Armagedon.
Y sépanlon, productores insaciables: ¡Diana hay y habrá una sola!
Me resistiré a ver esas bazofias con uñas y dientes. Y sepa, el que tenga más de 30, que ir a ver esas películas es alta traición a la patria (infantil).
He dicho.
 

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