1. Para el resto del mundo trabajar en casa, significa no trabajar.
Usted nunca cosechó demasiado respeto entre sus allegados, pero ahora descubre que todo ha empeorado. Cuando afirma que es teletrabajador, sus oyentes automáticamente se lo imaginan todo el día en bata, sucio y chateando o mirando videos en youtube. No importa que esté desarrollando el acelerador de partículas que provocará el Apocalipsis. Si usted trabaja desde su casa, usted en realidad, no trabaja.
2. Los esclavos tampoco tienen horarios fijos
Ocho horas en un cubículo inmundo de 2x2 en su antigua oficina le parecían un martirio. Por fortuna, ahora sólo trabaja 16 pero desde la cama. No alcanza a lavarse los dientes y ya está contestando mails. Se olvidó lo que es comer en familia y le parece normal mantener una videoconferencia a las 3 de la mañana porque su empleador está en Indonesia.
3. Si sale de su boca, la palabra “ocupado” ha perdido todo sentido.
No importa cuántas veces la repita, ni el tono que use. Usted, aun siendo el próximo Bill Gates, como se la pasa el día en casa, tiene la obligación moral de ir hacer las compras, realizar las tareas domésticas, y/o buscar a los niños en el colegio sin emitir ni una queja. ¡No me va a decir que no tiene tiempo!
4. Usted no está informado, está alienado
A esta altura usted considera normal estar enterado de las últimas noticias de Chagarkistán, o del valor del dólar con respecto al peso pakistaní. Lo que no es normal es no sepa cómo se llama su hijo menor.
Usted nunca cosechó demasiado respeto entre sus allegados, pero ahora descubre que todo ha empeorado. Cuando afirma que es teletrabajador, sus oyentes automáticamente se lo imaginan todo el día en bata, sucio y chateando o mirando videos en youtube. No importa que esté desarrollando el acelerador de partículas que provocará el Apocalipsis. Si usted trabaja desde su casa, usted en realidad, no trabaja.
2. Los esclavos tampoco tienen horarios fijos
Ocho horas en un cubículo inmundo de 2x2 en su antigua oficina le parecían un martirio. Por fortuna, ahora sólo trabaja 16 pero desde la cama. No alcanza a lavarse los dientes y ya está contestando mails. Se olvidó lo que es comer en familia y le parece normal mantener una videoconferencia a las 3 de la mañana porque su empleador está en Indonesia.
3. Si sale de su boca, la palabra “ocupado” ha perdido todo sentido.
No importa cuántas veces la repita, ni el tono que use. Usted, aun siendo el próximo Bill Gates, como se la pasa el día en casa, tiene la obligación moral de ir hacer las compras, realizar las tareas domésticas, y/o buscar a los niños en el colegio sin emitir ni una queja. ¡No me va a decir que no tiene tiempo!
4. Usted no está informado, está alienado
A esta altura usted considera normal estar enterado de las últimas noticias de Chagarkistán, o del valor del dólar con respecto al peso pakistaní. Lo que no es normal es no sepa cómo se llama su hijo menor.
Desde este blog, abogamos por la libertad irrestricta de las verdades verdaderas. Colabore con la causa, libere sus verdades en ciberviviendo@gmail.com.
5 comentarios:
Y trabajando desde casa, en poco tiempo, tu mejor amiga es La Cafina :P
Perdón, quise decir Cafeína
Ajenjo, es verdad. Y si tu mejor amiga es la cafeína, lo más normal es que te tiemblen las manos, y termines tipeando raro. :)
saludos
la 3 es la más tristemente cierta...
¡Ay, cuánta noble verdad! Un abrazo teletrabajador (¿escribir es teletrabajar o es aún menos que eso?)
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